jueves, 17 de marzo de 2011

LA FAMILIA DE CHAMAROS AUMENTA


Hoy pasaba junto al mandarino y me he dicho "a ver cuantos huevos hay en el nido". Sorpresa!, lo que hay son cuatro pollos recien nacidos.

En estos primeros días, su genética los predispone a alzar la cabeza con el pico abierto apenas notan la menor vibración en el nido (suponen que ha llegado uno de sus padres con comida).

Puede parecer contraproducente, en caso de que se aproxime algún depredador, pero ahora lo que prima es la lucha por la supervivencia y por no quedar atrás en el desarrollo, cosa que sería fatal en caso de escasez de comida o pérdida de alguno de sus progenitores. Más adelante, cuando los pollos ya ven y distinguen a sus padres, tienden a aplastarse en el nido en un intento de camuflaje.



En esta imagen se puede apreciar perfectamente la bolsa de comida que tienen en el cuello. A pesar de estar atiborrados, siguen pidiendo más, es la ley de la vida y de la competencia con sus hermanos, es la carrera por desarrollar el primero y tomar ventaja, es la ley de la naturaleza que rige a todos los seres vivos.














Otra curiosidad, veo las primeras mariquitas de la temporada (Coccinella septempunctata), no tardarán en aparecer los temidos pulgones a los cuales depreda.

También, la goma de este cerezo en la intersección de la rama con el tronco principal. Ya la he limpidado y aplicado pasta de oxicloruro de cobre.












Es una tarde de viento de poniente muy fresco, en las dos siguientes imágenes vemos qué recursos utiliza para refugiarse del frío.

































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